¡ HE VISTO LLORAR A UN CORZO !
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Es una historia verdadera,
no es una historia inventada .
Cuenta mi amigo de Asturias
que un día de cacería
había un corzo que lloraba.
´Me lo decía este amigo
que se ha criado en los montes
entre nieves y alimañas,
entre rebecos y vacas
.- y me lo ha dicho muy serio -
¡ Me he quedado sin alma!
Nunca más ha tirado un tiro,
nunca más volvió de caza .
ha colgado la escopeta
y ve diferente sus montañas .
Ahora sabe valorar
que cada ser que en ella habita
tiene un valor ecológico
y nadie puede matar .
Estaba en su puesto de tiro
largo rato decía, ya ,
cuando vio pasar la corza con la cría ,
- y claro, los dejó pasar-
Bueno, si se me ocurre matarlos
lo hubiese pasado mal .
El corzo llego después
tratando de despistar,
sabía el peligro que había
a pólvora olía ya ,
y se cruzó ante el cazador
con tal que la hembra y la cría
se alejasen del lugar.
Cuenta y lo dice con pena,
que en una de aquellas pasadas
que efectuó el animal
le pego un tiro, nervioso,
que le partió la columna vertebral,
y el animal se quedó como clavado,
no hacía fuerza ni para andar.
Mi amigo se fue acercando,
ya, con dolor y pasar,
y vio como el corzo lloraba .
¡ Yo he visto un corzo llorar !
Y creo que no lloraba de dolor ,
ni lloraba porque no podía andar,
que lloraba por los suyos ,
que no podía ayudar.
Cuando llegaron los otros cazadores ,
la escena parecía irreal ,
un cazador que lloraba,
un corzo que no dejó de llorar,
y que parecía que pedía a gritos
que le pegasen un tiro,
para que así los suyos se pudiesen escapar.
Siempre hay quien tiene la sangre caliente,
hubo alguno que remató al animal .
Y comprobaron lo que decía mi amigo "Ocón "
Creo que a los dos nos hicieron un favor,
al corzo le liberaron del sufrimiento,
y a mí de esa horrible afición .
*******
Nadie debe matar a nadie,
nadie debe a nadie darle dolor,
pues si estamos sobre la tierra
que nadie frene nuestra carrera .
-Sólo Dios sabe porque nos creo _
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Es una historia verdadera,
no es una historia inventada .
Cuenta mi amigo de Asturias
que un día de cacería
había un corzo que lloraba.
´Me lo decía este amigo
que se ha criado en los montes
entre nieves y alimañas,
entre rebecos y vacas
.- y me lo ha dicho muy serio -
¡ Me he quedado sin alma!
Nunca más ha tirado un tiro,
nunca más volvió de caza .
ha colgado la escopeta
y ve diferente sus montañas .
Ahora sabe valorar
que cada ser que en ella habita
tiene un valor ecológico
y nadie puede matar .
Estaba en su puesto de tiro
largo rato decía, ya ,
cuando vio pasar la corza con la cría ,
- y claro, los dejó pasar-
Bueno, si se me ocurre matarlos
lo hubiese pasado mal .
El corzo llego después
tratando de despistar,
sabía el peligro que había
a pólvora olía ya ,
y se cruzó ante el cazador
con tal que la hembra y la cría
se alejasen del lugar.
Cuenta y lo dice con pena,
que en una de aquellas pasadas
que efectuó el animal
le pego un tiro, nervioso,
que le partió la columna vertebral,
y el animal se quedó como clavado,
no hacía fuerza ni para andar.
Mi amigo se fue acercando,
ya, con dolor y pasar,
y vio como el corzo lloraba .
¡ Yo he visto un corzo llorar !
Y creo que no lloraba de dolor ,
ni lloraba porque no podía andar,
que lloraba por los suyos ,
que no podía ayudar.
Cuando llegaron los otros cazadores ,
la escena parecía irreal ,
un cazador que lloraba,
un corzo que no dejó de llorar,
y que parecía que pedía a gritos
que le pegasen un tiro,
para que así los suyos se pudiesen escapar.
Siempre hay quien tiene la sangre caliente,
hubo alguno que remató al animal .
Y comprobaron lo que decía mi amigo "Ocón "
Creo que a los dos nos hicieron un favor,
al corzo le liberaron del sufrimiento,
y a mí de esa horrible afición .
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Nadie debe matar a nadie,
nadie debe a nadie darle dolor,
pues si estamos sobre la tierra
que nadie frene nuestra carrera .
-Sólo Dios sabe porque nos creo _
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