ALLÍ EN MI ALDEA
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SANTA MARÍA DE VIEGO ( ASTURIAS )
Una satisfacción llevaba en el cuerpo y en alma, y unas ganas de llegar tremendas ,
Yo viajero de medio mundo ( la mitad de las veces con el pensamiento ) ahora me enfrentaba aun viaje interior, y con mis propios medios , y quería hacerlo, como lo hice a mis veinte años.
Sabía bien que para llegar a mi aldea tenía que tomar dos trenes y dos autocares , y luego andar cinco kilómetros .
Por eso digo siempre que mi aldea está donde da la vuelta el aire , - ahora , eso si-una vez que llegas te creces como otro Moises .
También llevaba una gran pena en el alma . Aquí donde habito me quedan pocos seres queridos , pero allí , en mi aldea, nada más que los recuerdos , y es un gran dolor que no te vivan , ni padres . ni hermanos y aquellos abuelos queridos , que eran monumentos en el pueblo , Algún primo si encontraré , son los hijos de los hijos de aquellos que ya se fueron .
Todas estas reflexiones se las hacia al camino , a los helechos ,a mis montañas , a los remolinos que
hace abajo el río .
Ya había dejado los trenes y los coches. y como os iba diciendo le hablaba solo al camino .
Recordaba con cariño ,que en algún sitio había escrito que allí arriba en la montaña hablo con Dios,
y no es un dicho . Le pedía , ya que los míos se habían ido ,
que las casas y los hórreos y la iglesia no se hubiesen caído, pues eran más viejos que mi abuela , y que tienen varios siglos .
Ya estoy en la plaza del pueblo ¡ y que alegría he sentido !
La iglesia esta en pie , y en el átrio , como soñé , todo llenito de musgo .
La plaza , no es una plaza , es carretera y camino , es sitio de despedidas , y es sala de baile en las fiestas , y bolera los domingos .
Aquí se ha dormido el tiempo - no se ve ningún vecino - tendré que yo ir a buscarlos comprederéis lo que digo.
Miré arriba a la montaña , y al lugar que había nacido , abajo donde canta el río , que era casa de
la abuela, y aquel árbol tan frondoso , que soñé que era mío .
- Tengo que buscar a alguien. - para pensar que aun estoy vivo , que Santa María vive ,
y que vive algún vecino .
Siento el ruido de un tractor , y cuándo se va acercado ,veo que lo conduce un niño , y detrás viene un perro, y yo grito ¡! Santo Cristo !¡. Si hay vida en esta aldea .
El chico se extrañó al verme ,y el perro me ladra fuerte .
Por entablar conversación , le digo :Si el perro muerde , y así como escondido , saca un no , con un acento que era Asturiano de oficio .
¡ Este es mi pueblo ! … le dije, y el niño se me asustó , y arrancó a toda prisa .
Grite todo lo fuerte que pude … ¿ En donde está la gente ? y creo que me entendió, y al verle
mover los hombros , comprendí , un que , se ,yo .
Me dirijo al chigre ( bar ) allí se vende de todo .
Como si no hubiese pasado el tiempo , huele a sidra, a vacas . Allí están varios mozos pegándole a las cartas , y fumando de la petaca .
Como no hablaba nadie , tuve que gritar. ¡ Vive Dios !- Que soy uno de los vuestros - y entonces la tertulia se despertó.
Me ofrecieron de todo lo que tenían , me dieron afecto y amor , me enseñaron lo que quedaba del pueblo , tuve pena e ilusión .
Les dije que quería dormir una noche en mi aldea , sentir la campana de la iglesia , que suele dos veces tañir , y que te incita a la oración y no te deja dormir .
Las casas están casi todas vacías ¿ Dónde te gustaría dormir ? ¿ En la casa de tu abuela ? , y yo les dije que sí -
Pues la casa donde naciste , esta casi caída , seguro que es de las más viejas del pueblo , sí, ya era vieja cuando nací .
Dormí en casa de la abuela , dormí debajo las mantas , olían a manzana y camuesa, y sentí crujir las ventanas y las sillas y la mesa , sentí la garrota de la abuela dando golpes en el escaño
el corredor y la puerta .
El río sonaba con aquel dulce pasar , que al caer de piedra en piedra , hacía un ruedo celestial .
Al levantar las ventanas y deslumbrarlas con la luz , me pasó algo atroz , se metieron todas las moscas que sobrevivieron del verano que pasó .
Y tuve que apagar la luz , meterme debajo de las mantas , escuchado los sonidos de esqueletos de los míos , de las ratas que viven en su interior, y rezando , eso , si, para que pronto amaneciese , y se marcharan las moscas , que no me dejaron soñar , ni me dejaron dormir …
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Una satisfacción llevaba en el cuerpo y en alma, y unas ganas de llegar tremendas ,
Yo viajero de medio mundo ( la mitad de las veces con el pensamiento ) ahora me enfrentaba aun viaje interior, y con mis propios medios , y quería hacerlo, como lo hice a mis veinte años.
Sabía bien que para llegar a mi aldea tenía que tomar dos trenes y dos autocares , y luego andar cinco kilómetros .
Por eso digo siempre que mi aldea está donde da la vuelta el aire , - ahora , eso si-una vez que llegas te creces como otro Moises .
También llevaba una gran pena en el alma . Aquí donde habito me quedan pocos seres queridos , pero allí , en mi aldea, nada más que los recuerdos , y es un gran dolor que no te vivan , ni padres . ni hermanos y aquellos abuelos queridos , que eran monumentos en el pueblo , Algún primo si encontraré , son los hijos de los hijos de aquellos que ya se fueron .
Todas estas reflexiones se las hacia al camino , a los helechos ,a mis montañas , a los remolinos que
hace abajo el río .
Ya había dejado los trenes y los coches. y como os iba diciendo le hablaba solo al camino .
Recordaba con cariño ,que en algún sitio había escrito que allí arriba en la montaña hablo con Dios,
y no es un dicho . Le pedía , ya que los míos se habían ido ,
que las casas y los hórreos y la iglesia no se hubiesen caído, pues eran más viejos que mi abuela , y que tienen varios siglos .
Ya estoy en la plaza del pueblo ¡ y que alegría he sentido !
La iglesia esta en pie , y en el átrio , como soñé , todo llenito de musgo .
La plaza , no es una plaza , es carretera y camino , es sitio de despedidas , y es sala de baile en las fiestas , y bolera los domingos .
Aquí se ha dormido el tiempo - no se ve ningún vecino - tendré que yo ir a buscarlos comprederéis lo que digo.
Miré arriba a la montaña , y al lugar que había nacido , abajo donde canta el río , que era casa de
la abuela, y aquel árbol tan frondoso , que soñé que era mío .
- Tengo que buscar a alguien. - para pensar que aun estoy vivo , que Santa María vive ,
y que vive algún vecino .
Siento el ruido de un tractor , y cuándo se va acercado ,veo que lo conduce un niño , y detrás viene un perro, y yo grito ¡! Santo Cristo !¡. Si hay vida en esta aldea .
El chico se extrañó al verme ,y el perro me ladra fuerte .
Por entablar conversación , le digo :Si el perro muerde , y así como escondido , saca un no , con un acento que era Asturiano de oficio .
¡ Este es mi pueblo ! … le dije, y el niño se me asustó , y arrancó a toda prisa .
Grite todo lo fuerte que pude … ¿ En donde está la gente ? y creo que me entendió, y al verle
mover los hombros , comprendí , un que , se ,yo .
Me dirijo al chigre ( bar ) allí se vende de todo .
Como si no hubiese pasado el tiempo , huele a sidra, a vacas . Allí están varios mozos pegándole a las cartas , y fumando de la petaca .
Como no hablaba nadie , tuve que gritar. ¡ Vive Dios !- Que soy uno de los vuestros - y entonces la tertulia se despertó.
Me ofrecieron de todo lo que tenían , me dieron afecto y amor , me enseñaron lo que quedaba del pueblo , tuve pena e ilusión .
Les dije que quería dormir una noche en mi aldea , sentir la campana de la iglesia , que suele dos veces tañir , y que te incita a la oración y no te deja dormir .
Las casas están casi todas vacías ¿ Dónde te gustaría dormir ? ¿ En la casa de tu abuela ? , y yo les dije que sí -
Pues la casa donde naciste , esta casi caída , seguro que es de las más viejas del pueblo , sí, ya era vieja cuando nací .
Dormí en casa de la abuela , dormí debajo las mantas , olían a manzana y camuesa, y sentí crujir las ventanas y las sillas y la mesa , sentí la garrota de la abuela dando golpes en el escaño
el corredor y la puerta .
El río sonaba con aquel dulce pasar , que al caer de piedra en piedra , hacía un ruedo celestial .
Al levantar las ventanas y deslumbrarlas con la luz , me pasó algo atroz , se metieron todas las moscas que sobrevivieron del verano que pasó .
Y tuve que apagar la luz , meterme debajo de las mantas , escuchado los sonidos de esqueletos de los míos , de las ratas que viven en su interior, y rezando , eso , si, para que pronto amaneciese , y se marcharan las moscas , que no me dejaron soñar , ni me dejaron dormir …
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